Impresión 3D
[George Barahona]
Mientras tomaba su café matutino frente a la plaza Bolívar, Gabriel leyó la noticia que lo cambiaría todo para siempre, la cual provenía de la sección de tecnología de un importante diario español de circulación internacional. Decía lo siguiente:
Madrid, Mayo de 2013
Compañía americana hace públicos los planos para imprimir en 3D la primera arma plástica del mundo. Se prevé que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica declare ilegal tal acción, ya que permitiría que cualquier ciudadano americano pudiera poseer un arma, sin ningún tipo de registro, en su casa.
Esta acción pudiera ser la primera de una serie acciones que transformarían al mundo, ¿qué hará uno con una pistola en su casa? Todos sabemos que las armas son para matar.
Es necesario que hagamos una petición internacional para abolir tal defenestrable acción.
Atentamente
Fermín Durán
Corresponsal de tecnología del diario NACIÓN
La primera impresión de Gabriel fue negativa hacia la nota. Se preguntó quién contrataría a ese pésimo reportero de ciencia y tecnología; luego cayó en la cuenta que había leído un pequeño compendio de la noticia.
Entonces empezó a pensar en Clara, su ex esposa, los dolores de cabeza aumentaban cada vez que pensaba en la demanda que ella le había interpuesto en los tribunales para quitarle la mitad de su fortuna. Simplemente él había llegado a la conclusión de no dársela. Debía encontrar alguna forma de eliminarla para siempre, y al parecer había encontrado la solución de sus problemas.
La mañana siguiente compró una impresora 3D valorada en cinco mil dólares. En internet encontró los planos del arma. Diez horas tardó la impresora en imprimir las dieciséis partes plásticas que conformaban el arma y esconderlas en su cuarto.
Al día siguiente tuvo una amistosa conversación con Clara y la invitó a comer a su casa. Tras unas horas de compartir, y entre risas, él pidió excusas para retirarse y buscar el libro que ella le había regalado en su primera cita. Rápidamente armó el arma y provisto de un silenciador la asesinó de seis disparos. Luego disolvió el arma en ácido acético y quemó el cuerpo en el jardín de su casa.
Dos días después se presentó un oficial de policía a la casa de Gabriel, el cual le informó que su ex esposa estaba desaparecida y que comenzarían las investigaciones del caso. Tras hacerle las preguntas de rigor él le informo que ella no tendría enemigos y que no la había visto desde hacía cinco días. La semana siguiente la policía allanó la residencia, pero no pudieron encontrar ninguna evidencia que delatara la presencia de Ana.
El detective Félix Villamizar fue designado para investigar el caso. Desde un primer momento la impresora 3D le pareció sospechosa, más aun cuando se enteró que había sido comprada pocos días antes de la desaparición de Clara. Al ser interrogado por su uso Gabriel respondió que la utilizaba para fines bioéticos; el detective guardo silencio.
Una semana después, un hombre encapuchado entró al apartamento de Gabriel; este, al darse cuenta de la misma, imprimió nuevamente la pistola, la cual solo tardó veinte minutos. Tras tomarla le disparó varias veces en el estómago y lo mató. Al día siguiente la policía se presentó en casa de Gabriel y procedió a levantar el cuerpo. El detective Villamizar fumó tranquilamente su cigarro mientras le preguntaba de dónde había sacado el arma con la que había disparado. Gabriel únicamente respondió que la había comprado en días posteriores a la requisa hecha a su casa.
En la noche, Gabriel pensó en clara y recitó uno de los poemas que a ella tanto le gustaban. Por primera vez empezó a sentir remordimiento de sus actos, pero para tomar fuerza y aliento escribió uno titulado INVICTUS, el cual dice:
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza sangra, pero está erguida.
Más allá de este lugar de ira y llantos
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me halla, y me hallará sin temor.
No importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
Tras recitarlo comenzó a llorar como un niño. El remordimiento no lo dejaba dormir. Pasó varios días tomando café y rezándole a Cristo. A menudo el párroco de la iglesia le preguntaba qué le pasaba, a lo que únicamente le respondía: la tecnología es mala. Sus hábitos de vida cambiaron vertiginosamente. Empezó a fumar marihuana y a dejarse crecer el cabello. Pronto comenzaron sus estudios de filosofía, además realizó una promesa de celibato.
Cinco meses después la policía volvió a la casa y encontró a Gabriel sumamente perturbado. Había desarrollado una loca afición por la poesía y no paraba de maldecir la tecnología. El detective Villamizar encontró el siguiente poema en la habitación que alguna vez le había pertenecido a Clara.
LA TIERRA GIRÓ PARA ACERCARNOS
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.
Autor: Eugenio Montejo
El detective encerró a Gabriel en una prisión y le pidió que confesara, le garantizó que le ayudaría a rebajar la condena. Tras pensar unos minutos, confesó. Admitió que la había matado con un arma hecha de polímero de plástico, la cual había impreso desde un sitio de descarga masiva con una impresora 3D. Luego quemó el cuerpo. Fue sentenciado a cinco años de prisión.
El detective Villamizar confiscó la impresora 3D y le aseguró a sus superiores que la destruiría. Sin embargo,, desapareció al día siguiente con la máquina.
Cuando intervinieron su casa encontraron los cuatro primeros puntos del manifiesto LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y SU FUTURO, cuyo autor fue un conocido terrorista llamado One bomber.
- La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente la expectativa de vida de aquellos de nosotros que vivimos en países "avanzados", pero ha desestabilizado la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología empeorará la situación. Ciertamente someterá a los seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran daño en el mundo natural. Probablemente conducirá a un gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso en países "avanzados".
- El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o puede fracasar. Si sobrevive, PUEDE conseguir eventualmente un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico, pero sólo después de pasar a través de un periodo de ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente de reducir al ser humano y a otros muchos organismos vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a la gente de libertad y autonomía.
- Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema, más desastrosos serán los resultados de su fracaso, así que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes que después.
- Por eso nosotros abogamos por una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma general las medidas que aquellos que odian el sistema industrial deberían tomar para preparar el camino para una revolución contra esta forma de sociedad. No debe ser una revolución política. Su objeto no será derribar gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual.
Rápidamente se activaron todas las alarmas para su búsqueda. La investigación se había convertido en un acto de seguridad nacional. Además, tenía en su poder un arma muy poderosa.
Los siguientes meses comenzaron a suceder protestas en diferentes ciudades del mundo. Los gobiernos comenzaron a ser derrocados por grupos extremistas armados que tenían a su disposición más de cinco mil armas sin ningún tipo de registro. Se estableció una alianza mundial entre los gobiernos y todas las impresoras 3D fueron confiscadas; cualquiera que poseyera uno era condenado a muerte.
Cinco años después, el emperador Félix Villamizar le contó a sus súbditos que su reinado había comenzado cuando él investigaba un simple caso de homicidio.